Eres mejor que andar descalza, mejor que el lado frió de la cama en verano y esas dos mantas en invierno. Eres como la primera sonrisa después de una lagrima, como el sonido de la lluvia al caer por la noche, mientras intento dormir. Pero no, en realidad, eres algo mas. Eres mis ganas de sonreír.
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